lunes, abril 28, 2014

BUEN HUMOR EN 5 PASOS

Todos tenemos esos días donde despertamos del lado equivocado de la cama o tal vez hemos tenido que lidiar con situaciones difíciles durante el día, la verdad es que sólo estamos montados en berrinches sin razón alguna, pues, ¿quién quiere perder tiempo en eso y estropear la diversión del día?

Los malos humores drenan nuestra energía y chupan el entusiasmo del día. Así que para no pasarla en dramas de tercera con situaciones de novelas baratas, hemos estructurado un método de cinco pasos prácticos para mantener el buen humor día a día:



1. AUTODIAGNOSTICO: ¿Triste, enfadado, ansioso, cansado, frustrado…? ¡Acéptalo! Estás de mal humor porque no tiras tus netas y estas en espera de que alguien te adivine, te dé la razón y te consienta. Así que deja ese papel de arrogancia y no ocultes la verdad tratando de hacer sentir culpables a los demás.

Una vez que reconozcas y aceptes que tu estado de ánimo y actitud no te está funcionando, proponte las siguientes acciones, y de ser necesario, empieza a disciplinarte para adquirir nuevas formas de pensamiento que procuren la armonía en ti y para con los demás.

2. DESAHOGO: No te quedes con el malestar dentro de ti ¡Sácalo! Llora, patalea, grita, bufa, escribe o platica con alguien que esté capacitado para entenderte y orientarte… Y no te compres nunca el papel de víctima, no caigas en círculos viciosos que puedan frenar la posibilidad de un aprendizaje y complique tu estado emocional.

3. EXPLORACIÓN: Cuando algo nos molesta, respiramos más deprisa y esto hace que aumentemos el nivel de estrés y la tención de nuestro organismo. Respira profundamente y dedica unos minutos a meditar, reflexionar y ordenar tus pensamientos y emociones.

4. ANALISIS: Si has sido humilde y honesto en el proceso de exploración, con seguridad has logrado relajarte y conciliar los pensamientos y emociones que te llevaron al este estado. Por lo tanto, continúa con estos valores que te permitirán analizar y reconocer el verdadero motivo de tu malestar.

En nuestra experiencia, los síntomas suelen darse por cuestiones de expresión, comunicación, autoestima, ego, tolerancia, empatía o falta de sentido. Sin embargo, también puede ser un problema de disforia, alteración de la química cerebral ligada a un neurotransmisor llamado dopamina, que se asocia a la gratificación y la saciedad.

Determina cuál es tu caso, si es el primero pasa al siguiente paso, y si es el segundo, es tiempo de buscar un especialista.

5. SUPERACIÓN: Si te otorgaste un tiempo de calidad, fuiste humilde y honesto contigo mismo, entonces es seguro que conciliaste los verdaderos motivos de tu malestar. Por lo tanto, no hagas juicios y busca la mejor solución para trascender de lo negativo a lo positivo, de lo destructivo a lo constructivo.

No importa si el causante fuiste tú u otra persona. En ambos casos, para salir del malestar, deberás perdonar errores, corregir deficiencias y encausar intenciones para dar paso al aprendizaje en espiral y no quedarte en el círculo o la trampa de las repeticiones.


Sabemos que estos estados pueden salirse de control y generar situaciones delicadas en cualquier ámbito, algo que nadie desea, pues fracturan relaciones e impiden hacer lo que se quiere hacer de la manera en que uno lo desea.

Así que esperamos que este método te sirva para que logres días de buen humor y puedas llevar a cabo tus actividades sintiéndote bien contigo mismo. Si no es tu caso, comparte esta información con quien creas que pueda servirle y cuéntanos como eliminas el mal humor en tu día a día.


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