Las razones por las cuales las personas y los equipos humanos no alcanzan su máximo potencial de rendimiento y efectividad no se encuentran habitualmente en limitaciones de conocimiento o habilidades técnicas, sino en carencias vinculadas con las competencias actitudinales y de relaciones personales.
El ámbito privilegiado para desarrollar estas competencias es el propio escenario de trabajo. Acompañar a las personas en el día a día donde el liderazgo detecta y diagnostica con precisión los obstáculos que están impidiendo a la organización alcanzar los más altos niveles de desempeño y productividad.
Implementa estrategias y acciones concretas que faciliten el aprendizaje y el desarrollo de las competencias, reduciendo la brecha entre los resultados actuales y la efectividad requerida para el logro de objetivos individuales y de grupo.
Quienes se comprometen a construir organizaciones, donde las personas constantemente aclaran su visión personal, empresarial y de modelos mentales compartidos. Deben aprender y dominar el liderazgo fundamentado en las fuerzas del cambio, en cómo funciona el mundo y cómo las personas optan por servir y enseñar. Entonces, cuando la decisión de servir funciona y se satisfacen las necesidades de quienes lo siguen podremos decir que se ha optado por la organización.
Todo esto conlleva a que la conducción del proceso organizacional amerite: reflexiones, liderazgo, madures, conocimiento, autocrítica, experiencia y sentido común. Se trata de convivir y ganar –ganar, esta premisa tomada de Covey que permite, a mi manera de entender. "Garantizar el éxito aceptando la diversidad del pensamiento humano".
Este entendimiento sirve de feedback y actúa como fuerza impulsora de la gestión, estimulando la búsqueda de nuevas formas por alcanzar los resultados dentro del reto, elevando a mayores niveles la creatividad, el entendimiento y el respeto. Considerando también, un conjunto de competencias personales:
Los componentes anteriores, producen las interrelaciones fundamentales que son determinantes para lograr el ciclo de efectividad a lo interno de la organización y promover la interacción entre sus partes. Estructurando así, una organización inteligente entre: capital humano, capital financiero y capital social.
En conclusión, se debe tomar en cuenta como premisa que cada ser humano posee su propia filosofía y modo de vida. Y que la tarea de un buen al líder al comprometerlo, es brindarle oportunidades y apoyo para que esto desarrolle su proyecto de vida. Por eso la importancia de producir la química interactiva entre quienes conforma la estructura de la organización.
El ámbito privilegiado para desarrollar estas competencias es el propio escenario de trabajo. Acompañar a las personas en el día a día donde el liderazgo detecta y diagnostica con precisión los obstáculos que están impidiendo a la organización alcanzar los más altos niveles de desempeño y productividad.
Implementa estrategias y acciones concretas que faciliten el aprendizaje y el desarrollo de las competencias, reduciendo la brecha entre los resultados actuales y la efectividad requerida para el logro de objetivos individuales y de grupo.
- Alinear el equipo con objetivos planteados
- Disolver conflictos interpersonales
- Incrementar la confianza y el compromiso mutuo
- Desarrollar las habilidades directivas y de liderazgo
- Transitar satisfactoriamente procesos de cambio
Quienes se comprometen a construir organizaciones, donde las personas constantemente aclaran su visión personal, empresarial y de modelos mentales compartidos. Deben aprender y dominar el liderazgo fundamentado en las fuerzas del cambio, en cómo funciona el mundo y cómo las personas optan por servir y enseñar. Entonces, cuando la decisión de servir funciona y se satisfacen las necesidades de quienes lo siguen podremos decir que se ha optado por la organización.
Todo esto conlleva a que la conducción del proceso organizacional amerite: reflexiones, liderazgo, madures, conocimiento, autocrítica, experiencia y sentido común. Se trata de convivir y ganar –ganar, esta premisa tomada de Covey que permite, a mi manera de entender. "Garantizar el éxito aceptando la diversidad del pensamiento humano".
Este entendimiento sirve de feedback y actúa como fuerza impulsora de la gestión, estimulando la búsqueda de nuevas formas por alcanzar los resultados dentro del reto, elevando a mayores niveles la creatividad, el entendimiento y el respeto. Considerando también, un conjunto de competencias personales:
- Capacidad de escucha y comunicación verbal
- Adaptabilidad para dar respuestas creativas ante contratiempos e imprevistos
- Control de sí mismo, confianza y motivación para trabajar en la consecución de objetivos
- Eficacia grupal e interpersonal, cooperación, capacidad de trabajo en equipo y habilidad para negociar
- Participación activa
- Orgullo por logros conseguidos
Los componentes anteriores, producen las interrelaciones fundamentales que son determinantes para lograr el ciclo de efectividad a lo interno de la organización y promover la interacción entre sus partes. Estructurando así, una organización inteligente entre: capital humano, capital financiero y capital social.
En conclusión, se debe tomar en cuenta como premisa que cada ser humano posee su propia filosofía y modo de vida. Y que la tarea de un buen al líder al comprometerlo, es brindarle oportunidades y apoyo para que esto desarrolle su proyecto de vida. Por eso la importancia de producir la química interactiva entre quienes conforma la estructura de la organización.
[ORGANIZACIONES INTELIGENTES:
Únete a quien te valora, deshazte de quien duda de ti y libérate de quien te estorba]